Me gusta sonreir. Siempre lo hago aunque no tenga un buen día. Para mi es algo natural. No lo fuerzo, lo siento y lo expreso. Sonreir me ayuda a ver los «problemas» desde otra perspectiva, relativizo mucho mejor.
Sonreir me aporta muchísimos momentos agradables conmigo misma y con la gente que me rodea. Bajo mi experiencia creo que, gracias al gesto de sonreir, se forman lazos invisibles que nos ayudan a comunicarnos con más precisión y claridad.
Pero, es que también me encanta sonreir en el trabajo, en cada reunión o en los eventos que desde NV Comunicación organizamos. Por ejemplo, una rueda de prensa sin una sonrisa (ligera, tímida o atrevida) por parte del emisor hacia su receptor sería desperdiciar un importante canal de comunicación, ¿no te parece?
Sonreir me hace estar más cerca de mis clientes. Porque esa sonrisa se traduce en cercanía, atención, confianza, satisfacción y naturalidad. Así, después de muchos años de trabajo me he dado cuenta de que la sonrisa es un gran aliado para empatizar más y mejor, más rápido y con mayor bienestar mental.
Os aseguro que puedo entender mejor un proyecto si mi cliente me lo explica sonriendo, si me transmite esa energía e ilusión a través de esos hilos invisibles que sólo una buena sonrisa sabe potenciar.
Al igual que la comunicación puede ser muy versátil y variar, también podemos utilizar diferentes sonrisas al comunicar: una delicada, cuando tu mensaje es importante pero afable para tu empresa; una efusiva, cuando tu empresa colabora con un proyecto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o una sonrisa espontánea, cuando has comunicado algo inesperado y agradable.
¡Utiliza la sonrisa porque es otra excelente herramienta de lenguaje no verbal para comunicar con positivismo y confianza!
Por cierto, ¡Feliz Día Mundial de la Sonrisa!
Papuchi besos dice
Fantástico parece una redacción de Borges o otro por el estilo muy bien sigue así vas a llegar muy lejos