Hola a todos,
¿Os acordáis de la serie Beverly Hills 90210 que durante la década de los años 90 revolucionó el concepto de serie juvenil?. En España fue “Sensación de Vivir” y para los que no la hayáis conocido en profundidad se trataba de narrar la vida de un grupo de adolescentes que vivían en California, exactamente en el lujoso barrio de Bervely Hill siendo los hermanos mellizos Brenda y Brandon Walsh los dos protagonistas.
Aún recuerdo esas noches de viernes en el sofá de casa de mis padres junto a mi hermana. ¡Cómo disfrutábamos las dos con todas las historias de esas vidas tan irreales!. Los armarios de nuestro cuarto forrados con los posters de la revista Súper Pop eran identidad de la época. Dylan y Brandon nos veían dormir y soñar mientras sus miradas y sonrisas se mantenían inmóviles y radiantes, reflejando una hipocresía comprada a coste de talonario.
Yo me sentía identificada con Brenda, no sé si porque era morena, por su personalidad o porque Dylan era el “malote” y el guaperas y ella era su novia. Lo que sí es cierto es que parecía buena chica pero de vez en cuando demostraba sus ataques de rebeldía y genio. Empezó a salir con Dylan pese a la oposición de sus padres y no la importó. Su vida siempre dependió de sus sentimientos y pasiones y nada le resultó sencillo. Pero es que en mi grupo de amigos cada uno teníamos asignado un personaje. Mi amiga la rubia era Kelly Taylor y a veces nos metíamos tantísimo en el papel que los lunes cuando nos veíamos estábamos medio enfadadas, y ¡todo por Dylan!. Menos mal que mi amiga la rubia y yo seguimos siendo inseparables, al final nos dimos cuenta que ningún Dylan nos podría separar.
La reflexión que hoy os hago es que las vidas de estos chicos parecían perfectas, llenas de amor, dinero, preciosas casas y fiestas privadas. Una vida que cualquier chica de 13 años soñaba, y yo era una más. Me encantaba imaginar un ritmo de vida similar, pero con el paso del tiempo identificas que todo lo que parece perfecto no lo es. Porque la perfección no existe y si existiera seguro que era amiga del aburrimiento. Porque ser imperfectos es un plus. Ser imperfectos hace que cada día intentes superar retos y adversidades, intentes demostrarte a ti y al resto de personas que te importan que a tu manera sí que eres perfecto.
Y después de analizar algunos valores de esta serie juvenil me doy cuenta que soy un poquito Brenda. Tengo a mi lado a mi Dylan, a mi amiga la rubia y unas cuántas cosas más que ni Brenda soñaba con alcanzar… ¿Sensación de Vivir?, no gracias, mejor Realidad por Vivir.
Feliz tarde de domingo…
NV Comunicación
http://¿Te acuerdas de cómo sonaba la BSO de Sensación de Vivir?
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